¿Cuánto tarda el plástico en degradarse?

El plástico es uno de los materiales que más tarda en descomponerse y al mismo tiempo es uno de los más utilizados en las sociedades actuales. Todo viene en un envase hecho con plástico, por lo que la cantidad de desechos que se generan es francamente alarmante.

Se calcula que el plástico tarda entre 100 y 1.000 años en descomponerse, por lo que está considerado un material de descomposición muy lenta y a largo plazo. La gran mayoría de las botellas de plástico están hechas de tereftalato de polietileno, un material muy resistente y duro de roer; es así que los microorganismos no tienen forma de atacarlo. Y para que te hagas una idea, una pequeña botella de plástico del tamaño de nuestra mano tarda de media 500 años en desintegrarse, aunque si está enterrada este tiempo se prolonga aún más.

Es por ello que es tan importante reciclar envases y botellas de plástico, de modo que le demos un nuevo uso a ese plástico que ya ha sido fabricado y al mismo tiempo bajemos el consumo de plástico "nuevo".

El mundo marino es uno de los más afectados por esta situación. Las partículas flotantes de plástico se asemejan al zooplancton, lo que ocasiona que estos desechos acaben en los estómagos de las aves y animales marinos, siendo estas pequeñas partículas un gran riesgo para la vida marina. Investigadores han demostrado que estos residuos plásticos afectan aproximadamente a 270 especies en todo el mundo.

Científicos australianos y británicos evaluaron el impacto de los plásticos en las aves marinas y estimaron que en 2050 el 99% de las aves marinas habrá ingerido plásticos al menos una vez. Esta evolución ha sido drástica y preocupante. En el año 1960, menos del 5% de las aves marinas tenía plásticos en sus estómagos. En 2010, la cifra ya había aumentado hasta el 80%.

Sólo en Francia, se consumen más de 17 000 millones de bolsas de plástico al año, y un poco más de la mitad, unas 9000, acaban en el mundo natural.

No somos conscientes del grave daño que puede ocasionar una acción tan insignificante como tirar una botella al suelo, mucho peor si lo hacemos en el bosque o en cualquier zona salvaje. Por ello, es vital reciclar y ser consciente de que el medio ambiente depende de todos nosotros.